Ademas de sus poesías, encontramos dentro de las obras de Carrère sus Relatos y cuentos, muchos de estos relatos los podríamos englobar dentro del género gótico, textos con aire misterioso y decadentista, podemos decir que Carrère es un percusor del terror moderno.
Una de las peculiaridades es su sabor castizo, teje las tramas sobrenaturales sirviéndose de las tradiciones, creencias y supersticiones patrias, siempre con la influencia de las corrientes europeas del momento. Influenciado por el modernismo decadentista y admirador de los poetas malditos franceses, vemos en los textos de Carrère como las palabras parecen retorcerse, creando así una nueva sonoridad, y así de este modo, la prosa de estos relatos llenos de fantasmagorías se vuelve poesía.
Hay además en su obra un cierto tono de ironía, vemos como en sus textos podemos encontrar con facilidad situaciones contempladas con un ánimo burlesco. Encontramos lo sobrenatural y lo místico, mezclado, entrelazado con las situaciones del día a día.
Una de sus obras es:” El diablo de los ojos verdes” que reúne varios cuentos y relatos que se publicaron entre 1919 y 1925. Esta obra reúne dos novelas cortas y un conjunto de relatos, en los que el autor de La torre de los siete jorobados se acerca al mundo de lo paranormal y lo esotérico con una singular combinación de fascinación y escepticismo donde a menudo las imágenes de lo grotesco y lo macabro terminan suspendidas por una mirada de lúcida ironía. Posesiones demoníacas en conventos dieciochescos, prácticas ocultistas en la Francia prerrevolucionaria; aquelarres, exorcismos y apariciones fantasmales, todos estos motivos conforman el peculiar universo de un autor hoy justamente recuperado y reivindicado como original precursor de la narrativa de terror en castellano.
